miércoles, 3 de enero de 2018

Éxito y fracaso, ¿ricos y pobres?

Siempre hemos escuchado el dicho de que "el dinero llama al dinero", y que el poderoso, cada vez tiene más poder, ¿podemos decir lo mismo del conocimiento y de la cultura?

En la Sociedad del aprendizaje y el conocimiento, podemos correr el riesgo de que el aprendizaje durante toda la vida, sea solo para unos pocos, y éstos aprendan mucho, cada vez más y otros aprendan poco o nada.

Hay dos factores importantes que marcarán el aprendizaje de cada persona, el primero, tener una buena educación inicial, pues ello le facilitará seguir aprendiendo incluso habiendo hecho un parón, poder retornar al sistema educativo formal una o mil veces, además, lo lógico, es que si está bien formado, tenga acceso a un buen trabajo, tenga una buena autoestima y autodidaxia, podríamos hablar de logorricos. El otro factor es justamente la situación contraria, el fracasado escolar, a éste todo se le torna negro… tendrá dificultad para volver a la educación reglada y si vuelve tendrá que saltar obstáculos tales como la humillación, ya que vuelve como el fracasado, el que no triunfó y además con unos compañeros menores, en la mayoría de los casos esta situación conduce al desempleo o a empleos muy precarios, en los que no seguirán aprendiendo o formándose, si no, que en la mayoría de los casos, tendrán una baja autoestima y no serán autodidactas, estos serían los logopobres, los que se estancaron primero con la educación, después con el trabajo, y por último, consigo mismo...




Bien es verdad, que en la sociedad actual en general, todos tenemos la posibilidad de que si no hemos aprendido algo hoy, podremos hacerlo mañana, pero por otro lado, esto pierde un poco de sentido, porque cuando el rezagado llega a dónde antes estaba el adelantado, éste estará ahora mucho más lejos. Son las dos caras del aprendizaje continuado a lo largo de toda la vida (Fernández Enguita, 2004)(parábola de Aquiles y la tortuga)



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