Hay que tener mucho cuidado a la hora de afrontar la diversidad del aula ya que muchas veces nuestras medidas pueden fomentar estas desigualdades. No es suficiente con reconocer y aceptar la diversidad y tampoco sirve de nada imponer una igualdad homogeneizadora.
Tradicionalmente la diversidad se ha
relacionado con deficiencia y se ha segregado a los alumnos con esta etiqueta
para no entorpecer el aprendizaje del resto del alumnado. La igualdad de
diferencias se basa en superar este prejuicio, la diversidad no es un obstáculo
para aprender. Los datos de recientes informes PISA nos demuestran que allí
donde se considera la diversidad un problema a tratar se obtienen peores
resultados que donde se considera la diversidad como un valor añadido.
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