lunes, 4 de diciembre de 2017

Hacia la Sociedad de la Información y el Conocimiento

En contraposición a las etapas anteriores de nuestra historia, vivimos un momento en el que la información y el conocimiento están entre los recursos más importantes para la sociedad. Producir nueva información y conocimientos (ya sean a nivel técnico/práctico o a nivel cultural y de ocio) y compartirlas se convierte en una potente industria, que además de mover dinero, mueve masas.  Y es en este marco  en el que vamos a desarrollar nuestra labor docente, atendiendo siempre a esa puesta en valor y a nuestra responsabilidad para formar ciudadanos críticos e independientes.

En este sistema que cada vez depende más de los conocimientos, podemos llegar a imaginar una situación en el que su valor supere al de los sectores primario y secundario. Y la sociedad y sobre todo los ciudadanos deben estar preparados para la llegada de este momento en el que el poder emane del saber.

El hecho es que la sociedad de la información y el conocimiento es algo inminente, sino presente, y es aquí donde la realidad social evoluciona a una velocidad de vértigo y la labor de los docentes más, corriendo el riesgo de quedarse obsoletos, tanto los docentes como el sistema.


En este sentido además, pueden surgir dudas éticas: ¿nos encaminamos a una sociedad meritocrática? ¿Será esa sociedad más justa e igualitaria? ¿Qué lugar ocuparan los docentes y otras profesiones en este nuevo panorama?


1 comentario:

  1. :-) Es algo a lo que le doy vueltas desde hace tiempo, sobre todo a que sirvan para potenciar zonas rurales

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